Dixit Journey

Dixit Journey

Dixit es uno de los juegos de mesa más populares y valorados de todos los tiempos, que logra sorprender a pequeños y mayores por la sencillez de sus reglas a la vez que por las infinitas posibilidades que ofrece; y que además es considerado como una pequeña obra maestra por su enorme calidad artística.

Aun que es un juego competitivo y claro tendremos un ganador, pero los verdaderos valores de Dixit se encuentran en la cooperación y en el desarrollo de la creatividad: los participantes deben narrar y adivinar historias usando las bellas imágenes con las que las cartas de Dixit están ilustradas.

Con una sencilla mecánica de juego, Dixit no solo está ideado para potenciar la creatividad e imaginación, persigue fomentar la relación entre los participantes de forma de que estos se conviertan en los verdaderos protagonistas del juego.

Dixit es un juego en el que los participantes disponen de una mano de cartas que deberán jugar mediante la consecución de turnos.

En cada turno uno de los participantes se convierte en el narrador y tiene que exponer una frase, palabra, idea o breve historia que de alguna manera esté vinculada a una de sus cartas. El resto de los jugadores se convierten en oyentes y tienen que elegir la carta de su propia mano que más se aproxime al concepto dado por el narrador.

Las cartas son el pilar sobre el que se fundamenta el juego Dixit. Presentan unas increíbles ilustraciones que son aptas para niños de todas las edades ya que no transmiten sensaciones perturbadoras, muy al contrario, poseen un marcado estilo de cuento de fantasía en el que no se representan simples objetos, animales, personajes o escenarios; van mucho más allá, ¡nos introducen en un mundo surrealista, onírico y fantástico!

Las cartas de Dixit Journey nos muestran imágenes principales, pero un jugador con buenas dotes de observación captará en ellas pequeños detalles que cambiarán por completo la percepción que en un principio se obtiene de ellas.

Ya podéis imaginar que la descripción de dichas imágenes invitan a la interpretación personal del narrador, que en muchos caso suele ser una descripción totalmente subjetiva de lo que la propia imagen evoca y no de lo que realmente representa.